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El trabajo en solitario forma parte del día a día en muchas empresas, laboratorios o fábricas. En principio, este tipo de trabajo no presenta ningún impedimento, siempre y cuando sea posible realizar la tarea de forma independiente y su desempeño no implique un aumento del riesgo de accidentes o lesiones.

Aun así, cuando se llevan a cabo trabajos en situación de aislamiento, se exige el cumplimiento de normas especiales para garantizar la salud y seguridad en el trabajo. Esto incluye, entre otras cosas, una evaluación de los riesgos de la actividad laboral en cuestión y la adopción de medidas de seguridad reforzadas. En esta guía, hemos recopilado los criterios legales que determinan los trabajos aislados, la normativa aplicable y las exigencias para que su desempeño sea seguro.

¿Qué supone trabajar en solitario?

Según la Nota Técnica de Prevención (NTP-344), se entiende por trabajo en solitario cualquier actividad que se realice sin que pueda establecerse contacto visual o auditivo con otras personas, salvo que se utilicen mecanismos como teléfonos móviles, interfonos, etc. En este sentido, hay muchas situaciones de trabajo cotidianas que se clasifican como trabajos aislados. Los ejemplos más típicos son:

  • trabajos de montaje o reparación
  • pequeñas labores de mantenimiento (por ejemplo, en casas particulares)
  • limpieza de edificios fuera del horario de trabajo
  • trabajo en almacenes o de gestión de residuos en puntos de venta
  • servicios de seguridad y vigilancia
  • actividades agrícolas y gestión forestal

Riesgos derivados del trabajo en solitario

Al contrario de lo que se puede llegar a pensar, los accidentes laborales no son el único riesgo al que se enfrentan los empleados que trabajan solos. Junto a los riesgos de seguridad y a las posibles situaciones de violencia que se produzcan, existen también riesgos psicosociales que están estrechamente relacionados con este tipo de trabajos.

  • Riesgos de seguridad: se producen por errores derivados de un mal funcionamiento de los elementos técnicos o materiales relacionados con el puesto de trabajo; el trabajador no tiene un compañero al que preguntar en caso de duda o con quien comparar sus labores. Además, si se produce un accidente o ante una situación crítica, la ayuda inmediata no está garantizada porque la persona se encuentra sola y podrían agravarse las consecuencias derivadas de este.
  • Riesgos psicosociales: estar solo e incomunicado puede producir desequilibrios (socioafectivos o cognitivos) y alterar la conducta de una persona. Al desempeñar trabajos rutinarios sin compañía, se puede producir un descenso en la vigilancia y con ello, una alteración en la percepción del tiempo. Además de los problemas de estrés que pueden llevar a la persona a tomar decisiones erróneas y la fatiga patológica y carga física que pueden derivar en un sentimiento de soledad y angustia.
  • Situaciones de violencia: el trabajo aislado provoca situación de indefensión cuando el empleado se encuentra en ambientes más o menos hostiles. En este sentido, pueden ser objeto de insultos o amenazas, pero también de agresiones físicas o psicológicas por parte de personas ajenas a la empresa para la que trabaja.

¿Qué medidas son necesarias para que el aislamiento en el trabajo sea seguro?

Lo más recomendable es que todos los trabajos considerados peligrosos se realicen bajo supervisión. Por lo que la primera medida consiste en hacer un estudio detallado del puesto y valorar si hacer ese trabajo en situación de aislamiento es realmente necesario. Si esto es inevitable, el empresario debe proporcionar medidas y sistemas de protección que garanticen una respuesta rápida y eficaz. La determinación de estos sistemas y medidas se hace en función de las consecuencias derivadas de los riesgos a los que están expuestas las personas que trabajan solas y del tiempo máximo permitido para proporcionarles los primeros auxilios en caso de accidente. El objetivo es garantizar que los accidentes laborales se adviertan lo antes posible y que los encargados de primeros auxilios de la empresa puedan prestar asistencia a tiempo.

Existen, por lo tanto, tres aspectos fundamentales que deben tenerse en cuenta:

  • Debe facilitarse el contacto personal. Es decir, la persona que está trabajando en situación de aislamiento, debe poder ponerse en contacto con otra para que la asista si se encuentra en una situación de angustia o crítica.
  • Proporcionar medios técnicos de alarma para los trabajadores que en situación de aislamiento se vean imposibilitados de pedir ayuda por sí mismos. Por ejemplo, si han perdido la movilidad. En este sentido, es fundamental estudiar qué medios técnicos disponibles en el mercado son los que más se adecúan a la situación concreta.
  • Posibilidad de ofrecer socorro inmediato. La empresa deberá ser capaz de garantizar servicios de asistencia externa o interna, en función de la gravedad que entrañen las consecuencias de los riesgos de cada trabajo.

Medidas preventivas frente a riesgos de seguridad

Además de lo anteriormente mencionado para evitar los riesgos de seguridad cuando se realizan trabajos en soledad, también se exige:

  • Controlar el nivel de ruido para que la persona que trabaja sola perciba sonidos que deben ser atendidos por ella.
  • Evitar que se produzcan problemas de visibilidad que puedan provocar que se cometan errores en el trabajo.
  • Controlar por medio de los dispositivos necesarios los riesgos de incendio, de explosión o eléctricos.
  • Almacenar de manera segura los materiales para evitar su caída.
  • Evitar que se produzcan caídas del trabajador en suelos resbaladizos o con desnivel y evitar los espacios abiertos sin protección.

Medidas preventivas frente a los riesgos psicosociales

Como hemos mencionado anteriormente, el estrés psicológico también puede poner en peligro la seguridad. Por ejemplo, en aquellos casos en los que un trabajador se sienta abrumado porque tiene que dominar situaciones peligrosas sin el apoyo de otros compañeros; en estos casos, lo correcto sería que dependiendo de la actividad y de la situación de trabajo, se empleara a personas con personalidades que no son miedosas y que son mentalmente estables.

A efectos de prevención, es aconsejable, entre otras cosas, ofrecer al trabajador en aislamiento información suficiente sobre el trabajo que va a desempeñar, fomentar su participación en cursos sobre seguridad para protegerlo de situaciones peligrosas de la mejor manera posible, la implantación de medidas para evitar la aparición de cargas físicas y mentales, etc.

Medidas preventivas frente a la violencia en el trabajo

Muchos trabajadores en situación de aislamiento están expuestos a agresiones por parte de otras personas, especialmente cuando el empleado maneja objetos de valor (transportando dinero) o cuando se trabaja con grupos de personas en condiciones difíciles (por ejemplo, que están bajo la influencia de las drogas o el alcohol). En estos casos deben implantarse medidas especiales como cursos sobre cómo evitar situaciones violentas, valorar la posibilidad de implantar medidas como el bloqueo de entradas, instalación de sistemas de videovigilancia, etc.

Además, de acuerdo con lo establecido en la normativa española sobre prevención de riesgos laborales, los empresarios tienen que adoptar medidas tendentes a prevenir los daños, hacer una evaluación de los riesgos y tener como objetivo, en todo caso, prevenir la violencia en el trabajo.

Trabajar en solitario: normativa

La norma española fundamental sobre seguridad laboral cuando se trabaja solo es la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, pero es fundamental atender también a lo dispuesto en la NTP 344. Se trata de una guía de buenas prácticas elaborada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo que tiene como objetivo “dar a conocer los riesgos específicos” y las medidas de prevención de los trabajos en solitario.

Para algunas actividades está prohibido trabajar solo y la ley exige la presencia de una segunda persona, ya sea para supervisar o prestar apoyo. Por ejemplo, cuando se trabaja con explosivos nunca se puede trabajar en situación de aislamiento, ni siquiera cuando se cumplen plenamente las medidas de seguridad y prevención de accidentes laborales.

Evaluación de riesgos según la Ley de Prevención de Riesgos Laborales

La Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece la obligación por parte de las empresas de llevar a cabo acciones preventivas planificadas sobre la base de una evaluación general de riesgos. Esta evaluación de riesgos constituye, por lo tanto, la base de todas las medidas generales de protección con las que un empresario debe garantizar que la salud de los empleados no se vea amenazada por el desempeño de su trabajo. El proceso de evaluación de riesgos consta de dos etapas:

  • Análisis del riesgo para identificar, estimar y valorar la probabilidad de que se produzca y sus consecuencias.
  • Valoración del riesgo en el que se determina la tolerabilidad de este; entendiendo que el riesgo cero no existe.

Si los resultados de la evaluación de riesgos indican un nivel de riesgo mayor o crítico, el empresario debe adoptar las medidas de protección adecuadas para mantener el riesgo residual dentro de unos límites aceptables. Las medidas pueden ir desde el uso obligatorio de equipos de protección individual (EPI) hasta la instalación de sistemas de alarma personal.

Lista de comprobación – Trabajar solo con seguridad

Tanto si envía a un empleado a una obra solo, como si realiza usted mismo el trabajo subido a una escalera en una zona remota de la empresa, cuando se trabaja solo es fundamental una buena planificación. Para ayudarle, hemos elaborado una lista de comprobación con los aspectos más importantes a tener en cuenta. Nota: esta lista de comprobación se centra exclusivamente en la planificación de las actividades que, por lo general, puede realizar una persona sola:

Planificación del trabajo en solitarioCheck
¿Es absolutamente necesario trabajar solo?       
¿Se siente sano y físicamente capaz de hacer el trabajo? 
¿La tarea tiene un potencial de riesgo elevado y, por tanto, es trabajo solitario peligroso?  
¿Son las cualificaciones profesionales y la experiencia laboral suficientes para llevar a cabo la tarea por sí solas y, en caso necesario, para hacer frente a los problemas técnicos?  
¿Está el equipo de protección personal requerido completo y en perfecto estado?          
¿Están todos los empleados implicados informados sobre el trabajo asignado y formados sobre cómo comportarse en caso de emergencia?     
¿Se garantiza una estrecha vigilancia?  
¿Es posible prestar asistencia y primeros auxilios a tiempo?        
¿Hay un interruptor de emergencia o un sistema personal de llamada de emergencia?  
¿Funcionan correctamente los sistemas de señalización, señalización de emergencia y llamada de emergencia? 

Preguntas frecuentes sobre el Trabajo en solitario

¿Qué es el trabajo en solitario?

Se considera trabajo en solitario cualquier trabajo realizado sin que pueda establecerse contacto visual o auditivo con otras personas.

¿En qué sectores y para qué actividades es habitual trabajar solo?

En principio, el trabajo en solitario no se limita a determinados sectores o actividades, pero, en los siguientes ámbitos, es habitual que los individuos realicen actividades sin estar a la vista de otras personas:
• almacenes
• construcción
• agricultura y silvicultura
• jardinería y paisajismo
• seguridad

¿Está permitido trabajar solo?

En principio, el trabajo en solitario está permitido siempre que sea posible realizar la tarea de forma independiente y no haya un mayor riesgo asociado. En el caso de trabajos peligrosos como, por ejemplo, trabajos con riesgo de caída desde altura, trabajos que se realizan en espacios confinados o con riesgo de sepultamiento, debe haber siempre otra persona.

¿Qué leyes regulan la seguridad laboral cuando se trabaja solo?

La norma más importante en este caso es la Ley 31/1995 de Prevención de Riesgos Laborales, pero es fundamental, también, atender a lo dispuesto en la NTP 344, una guía de buenas prácticas elaborada por el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.

¿Cuáles son las obligaciones de los empresarios y los trabajadores cuando trabajan solos?

Los empresarios deben adoptar las medidas de protección adecuadas para minimizar los peligros y mantener el riesgo residual dentro de límites tolerables. Los trabajadores deben cumplir las instrucciones del empresario y tomar las precauciones de seguridad necesarias antes de empezar a trabajar, por ejemplo, poniéndose el equipo de protección individual o comprobando el funcionamiento de la maquinaria.

¿Qué medidas pueden aumentar la seguridad de los empleados que trabajan individualmente?

1. Llevar un teléfono móvil o un sistema de aviso electrónico.
2. Garantizar una supervisión periódica por parte de una segunda persona.
3. Cumplir la normativa, por ejemplo, en referencia al uso de ropa de protección.
4. Participar en la formación sobre seguridad si existe un riesgo de que las personas trabajen solas.

Aviso: La normativa mencionada aquí es solo una selección de los requisitos legales más importantes. Para obtener información detallada consulte la norma y, si fuera necesario, otras disposiciones y textos legales. En caso de duda, debe consultar a un experto que le prestará ayuda para la aplicación de estas en su empresa.

Fuente de la imagen:
© gettyimages.de
 – Marcelo Silva, DSCimage