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Las apiladoras desempeñan una función importante en almacenes y talleres: levantan y transportan cargas pesadas y voluminosas día sí, día también, y con frecuencia lo hacen en superficies difíciles. Por eso, para gestionar la flota de una manera eficiente y responsable, es importante que las carretillas industriales estén siempre listas para ser utilizadas y que funcionen sin problemas para evitar costosas averías operativas. Para ello, es necesario reparar periódicamente las carretillas y llevar a cabo tareas de mantenimiento cada poco tiempo. Si bien hay pequeñas averías mecánicas de las que puede encargarse uno mismo, las reparaciones y el mantenimiento, así como las tareas de electrónica, han de realizarlas talleres especializados o el servicio técnico autorizado. Esto permite en última instancia conservar el valor de la máquina.
Mantenimiento diario: inspección visual y funcional
Para identificar fallos en el funcionamiento y poder reparar las averías antes de provocar daños graves en la maquinaria o dar pie a riesgos de seguridad, es fundamental realizar un control periódico de las apiladoras. Así pues, es importante inspeccionarlas visualmente a diario antes de empezar el turno.
Con el siguiente plan de mantenimiento, le indicamos todos los pasos importantes para la comprobación diaria de la seguridad:
- Inspección visual
Aquí se comprueba si hay daños visibles en la apiladora.
- ¿Observa algún daño externo en la carretilla?
- ¿Hay alguna fuga de líquido de frenos o del sistema hidráulico?
- ¿Hay desperfectos en el tejadillo del conductor o en la rejilla protectora de la carga?
- ¿Está cargada la batería de la apiladora y no presenta daños externos?
- ¿Son correctos los niveles de combustible, refrigerante y aceite hidráulico?
- ¿Las horquillas, las cadenas de carga y la dirección parecen respetar el reglamento?
- Comprobación del funcionamiento
Tras la inspección visual, toca la inspección del funcionamiento, en la que se comprueba el funcionamiento general de la carretilla apiladora:
- ¿Funcionan las luces de la carretilla y reaccionan según lo dispuesto en el reglamento los intermitentes y el aviso de marcha atrás?
- ¿Está intacta la bocina?
- ¿Reacciona como de costumbre la dirección y la holgura de la dirección mide menos de dos dedos?
- ¿Se percibe algún ruido extraño en el motor eléctrico o al mover el mástil?
- ¿Se mueven las horquillas y el mástil de elevación según el reglamento?
- ¿Reaccionan los frenos de servicio y estacionamiento como deberían?
- ¿Se asegura bien el sistema de retención del conductor (cinturón o soporte)?
- ¿Puede maniobrar la carretilla como de costumbre?
- ¿Mantiene la carretilla la estabilidad en los giros?
Solo si la carretilla supera ambas comprobaciones sin problema, puede ponerse en marcha y montarse en ella la carga.
Reparación de carretillas elevadoras: ¿qué tareas puede hacer?
Hay algunos pequeños trabajos de mantenimiento y reparación que resultan de fácil realización y que uno mismo puede llevar a cabo sin problema. Se trata de tareas tales como el cambio de luces, la comprobación de la presión de las ruedas o del nivel de aceite. No obstante, es recomendable, para ello, tener siempre a mano algunos accesorios y recambios.
Algunas de las tareas que uno mismo puede llevar a cabo son:
- Sustitución de luces: las luces de los frenos, de la marcha atrás u otras señales ópticas de seguridad forman parte de las piezas de desgaste de una carretilla. Si podemos descartar que la causa del mal funcionamiento es un defecto técnico en el sistema eléctrico, la avería suele poder solucionarse sustituyendo las bombillas. Tenga siempre en el almacén repuestos para las luces.
- Comprobación y relleno del aceite: para que el sistema hidráulico pueda funcionar a la perfección, hay que comprobar regularmente el nivel de aceite. Si el nivel es inferior al prescrito, puede rellenar usted mismo el depósito de aceite.
- Carga y mantenimiento de la batería: si bien las baterías de litio requieren muy poco mantenimiento y solo hace falta recargarlas, las carretillas que llevan baterías de ácido‑plomo requieren algo más de atención. En este caso, tiene que llenar las baterías con agua destilada hasta el nivel marcado antes del inicio del turno.
- Comprobación de los neumáticos: es recomendable hacerlo antes de cada uso, ya que trabajar con la presión correcta en las ruedas es indispensable a la hora de transportar las mercancías con seguridad. Si la presión es demasiado baja, la apiladora, además, consumirá más combustible. En el caso de las ruedas de goma maciza, es importante también comprobar si el perfil es suficiente.
- Control de las horquillas: para un manejo seguro de la apiladora, es esencial que las horquillas estén intactas y sin desgaste. Si están dañadas, aumenta el riesgo de accidentes laborales, ya que se reduce la capacidad de carga. También se deben sustituir si tienen un grosor inferior al mínimo especificado debido al desgaste o si hay grietas en el material.
Mantenimiento y reparación especializado para tareas complejas
Cuando se trata de reparaciones que afectan aspectos importantes de la seguridad, hay que optar por la ayuda de especialistas. Nos referimos a cuestiones relacionadas con el cableado eléctrico y los puntos de unión del vehículo, así como las partes del chasis y la mecánica de elevación. También entran dentro de esta categoría el sistema de asistencia de conducción y sus componentes. Para todas ellas, tanto si se dan en apiladoras como en transpaletas eléctricas, es necesario contar con la asistencia de un servicio técnico especializado.
Según la Directiva europea 2009/104/CE, las tareas de mantenimiento, transformación, conservación o reparación de equipos de trabajo (por lo que se entiende “cualquier máquina, aparato, instrumento o instalación utilizados en el trabajo”) cuya utilización pueda suponer un riesgo para la seguridad o salud de los trabajadores han de ser llevadas a cabo por trabajadores específicamente capacitados para ellas.
Preguntas frecuentes sobre el mantenimiento de carretillas elevadoras
Las carretillas elevadoras deben someterse a revisiones periódicas para garantizar su buen funcionamiento durante las operaciones, así como la seguridad de los empleados.
Antes de empezar a utilizar la carretilla elevadora, debe comprobar, a diario, que esta está lista para su uso. Para ello, es necesario una revisión visual y funcional antes de cargarla con las mercancías. En este sentido, algunas tareas que se pueden derivar de estas comprobaciones y que puede solucionar uno mismo son:
• Sustituir bombillas defectuosas
• Comprobar la presión de los neumáticos
• Rellenar el aceite
• Cargar la batería
• Cambiar las horquillas
En caso de daños en los componentes eléctricos o electrónicos, la reparación debe realizarla profesional. También habrá que pedir ayuda a un taller especializado cuando los problemas afecten al chasis o al mecanismo de elevación.
La Directiva Comunitaria 2009/104 y el Real Decreto 1215/97 establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud para la utilización por parte de los trabajadores de los equipos de trabajo. Estas normas regulan, entre otras cosas, el mantenimiento y la reparación de las carretillas elevadoras. En cuanto a las tareas de mantenimiento y su periodicidad hay que tener en cuenta que esta depende del tipo de maquinaria. Normalmente suelen realizarse tras 500 horas de trabajo y como mínimo una vez al año ha de realizarse una inspección más exhaustiva. Ha de tener en cuenta que incumplir la normativa vigente en materia de prevención puede conllevar sanciones.
Aviso: La normativa mencionada aquí es solo una selección de los requisitos legales más importantes. Para obtener información detallada consulte la norma y, si fuera necesario, otras disposiciones y textos legales. En caso de duda, debe consultar a un experto que le prestará ayuda para la aplicación de estas en su empresa.
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